Puedo cambiar mi vida, y desde mi interior, desde la Luz que hay en mí, puedo ayudar a cambiar o mejorar lo exterior.
Podemos con toda certeza encaminar a nuestro querido país y al mundo hacia la Luz si enviamos Luz diariamente.
Les propongo hacerlo entonces cada día, como ustedes quieran, como puedan, como les salga.
Insisto sobre ello pues la fuerza de muchos hará la diferencia que no estamos logrando.
Hagámoslo entonces.
Diariamente, visualizando nuestro lugar de residencia, luego nuestro país y luego al mundo, vibrando en energía de Paz, de Luz, de Armonía, rostros felices, sonrientes, gente segura en las calles, educación, respeto.
Todo, como si ya estuviera hecho, todo como si ya fuera una realidad.
Entre todos, cuanto más seamos los que enfoquemos este pensamiento y visualización en lo mismo, lograremos un cambio desde lo "invisible", como suelo decir a quienes me consultan muchas veces desesperados por situaciones que no pueden cambiar de ninguna manera, que parecen irrecuperables, entonces, les digo que, si ya todo ha sido intentado, si ya todo fue probado, por los métodos aparentemente "racionales" y nada ha sucedido… entonces, apelemos a lo "invisible" y ello seguramente hará milagros.
La oración tiene un poder mágico e invisible, y ha sido probado científicamente que se han logrado cambios en situaciones de guerras inclusive. Intentemos cambiar lo que está pasando,
¡Hagamos la "revolución" espiritual!
Tomemos las armas de LUZ y con ellas venceremos.
Recuerden que la Luz, siempre vence a la oscuridad.
©Marianela Garcet
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